
De niño le decían que las palabras se las lleva el viento. Al paso de la vida las fué dejando todas. Las malgastó en pretextos y excusas sin razón, llenando el vacío, cubriendo la ausencia que deja el sentimiento, negando lo innegable, dando explicaciones para justificar lo incierto, mintiendo despedidas. Con el tiempo llegó la soledad y de su mano el silencio. Hoy espera como un niño que el viento le devuelva las palabras...
No hay comentarios:
Publicar un comentario